Cada vez que una persona inhala una bocanada de humo de su cigarrillo, consume en promedio entre 1 y 2 mg de nicotina, una sustancia sumamente adictiva que llega al cerebro en unos diez segundos. En eso estriba, señalan los profesionales de la salud, su gran poder de adicción. De hecho, puede ser tan adictivo como el alcohol, la cocaína y la morfina.
A lo que se suma que es el principal causante de cáncer de pulmón, de boca, laringe y faringe, entre muchos otros tipos de cáncer. También es un factor de riesgo importante en el desarrollo de enfisema, problemas de oxigenación en la sangre y envejecimiento prematuro.
Y aunque la tasa de fumadores en la población adulta de Puerto Rico bajó de un 13% a un 10.8% en el 2013, los esfuerzos para seguir concienciando a la población sobre los efectos nocivos del tabaco a la salud se mantienen vigentes.
Precisamente, uno de ellos es del “Día de No Fumar”, que se celebra hoy bajo el lema “Dile NO al tabaco, ¿Quién se fuma a Quién?”. Se trata de una iniciativa de la Asociación Puertorriqueña del Pulmón (APP), con el propósito de que más personas dejen de fumar, así como para que los exfumadores reafirmen su decisión y el que nunca ha fumado no comience hacerlo.
“Los beneficios de dejar de fumar son casi inmediatos. Por ejemplo, a los 20 minutos disminuye la presión arterial y los niveles de monóxido en sangre bajan. También se reducen los riesgos de enfermedades asociados al tabaquismo, se disminuye el riesgo de asma, mejora el olfato, así como el sentido del gusto, el mal aliento y las manchas en la piel”, indica Laura Vélez, directora ejecutiva de APP, tras destacar que el 95% de las personas que empiezan y terminan las clínicas, deja de fumar.
Pero todavía hay un porciento importante de la población que se sigue exponiendo a los riesgos que conlleva el humo del cigarrillo, tanto el que fuma como el que está cerca de ese fumador. Uno de ellos es que cambia las células que recubren las vías aéreas y también afecta la estructura del pulmón, causando lo que se conoce como enfisema o bronquitis crónica. A lo que se suman problemas de oxigenación en la sangre debido a que al dañarse el pulmón no se obtiene el oxígeno del ambiente y, eventualmente, el organismo sufre por la falta de oxígeno. También se asocia a cáncer de vejiga y de páncreas, entre otros tipos de malignidades. De ahí que las razones para dejar el cigarrillo sean incontables. Sólo debes tomar en cuenta que fumar está asociado directamente a 29 enfermedades crónicas.
Cabe resaltar, además, que el cigarrillo contiene sobre 4,000 sustancias químicas dañinas, como monóxido de carbono, formol, cianuro, plomo y nicotina. Sesenta de ellas son cancerígenas y 200 son nocivas a la salud. Son químicos que, además, pueden acelerar el corazón y causar un ataque cardiaco, bloquear las arterias y provocar un derrame cerebral, o causar úlceras estomacales, entre otras dolencias.
De ahí la importancia de dejar de fumar o nunca comenzar, indica el director de la División de Tabaco y Salud Oral del Departamento de Salud (DS), Antonio Cases, quien advierte que tanto el que fuma como el humo de segunda mano son responsables por la mayoría de las enfermedades del corazón y la mayoría de los tumores cancerosos.
“Pero se puede salir de esa adicción. Nosotros ofrecemos distintos tipos de terapia y recomendaciones para cambiar los pensamientos y el impulso por fumar. Se les enseñan ejercicios de respiración y ejercicios físicos para que sustituyan la necesidad de nicotina y tengan una mejor relajación mental”, explica Vélez, mientras resalta que una vez que la persona logra vencer su adicción, les cambia la vida por completo.
“Las historias de vida son maravillosas. Les cambia el olfato, disfrutan la comida distinta, pueden sentir los olores de su familia, la salud respiratoria les mejora totalmente y la capacidad pulmonar se amplía muchísimo”, agrega Vélez.
Cases también señala que en el DS están trabajando para que los planes médicos cubran la cesación de fumar “porque de esa manera se aumenta el acceso a programas”. No obstante, destaca que uno de los retos que confrontan es obtener los fondos necesarios para poder llevar a cabo iniciativas de prevención y para promover que las personas dejen de fumar.
“Tuvimos una reducción en los fondos federales que recibíamos para esos efectos y tratar de conseguir fondos estatales es un reto. No obstante, los fondos gastados en la cesación de fumar son una inversión ya que tiene una repercusión en reducción de problemas de salud a mediano y a largo plazo en la población”, enfatiza el funcionario, quien también llama la atención sobre el uso del cigarrillo electrónico y la falsa idea de que es más saludable usar esta opción.
Y aunque acepta que hasta ahora no tienen datos estadísticos sobre su uso entre la población adulta, dice que debe preocupar la disponibilidad de este producto entre los menores de edad.
“Es alarmante porque la venta no está regulada en Puerto Rico, aunque ya se está trabajando en un proyecto de ley en el Senado (924), del senador Cirilo Tirado, para prohibir la venta de cigarrillos electrónicos a menores de edad”, explica Cases, tras resaltar que este producto contiene nicotina “y se ha comprobado que el uso en adolescente va a tener unas consecuencias en el desarrollo de su cerebro”. Agrega que, además, contienen un particulado que es muy dañino para las personas que padecen de asma.
El Proyecto de Ley 924 fue aprobado en el Senado y en la Cámara se aprobó con enmiendas. Según Cases, ahora mismo se está esperando para que el Senado concurra con las enmiendas y se envíe para la firma del gobernador.
Los cigarrillos electrónicos, según se ha señalado, funcionan con baterías y producen un vapor cargado con nicotina, por lo que también causan adicción. Según se ha publicado, son más populares que los tradicionales de tabaco entre los adolescentes. En Puerto Rico, los menores de edad tienen acceso a este producto en gasolineras y tiendas.
Ayuda para dejarlo
La Línea de Cesación ¡Déjalo Ya! del Departamento de Salud (1-877-335-2567) ofrece servicios de orientación y consejería gratis por profesionales del comportamiento humano y de la salud, quienes le brindan al participante guía y apoyo durante el proceso. La línea ofrece un plan personalizado que incluye técnicas para prevenir recaídas, llamadas de seguimiento por los consejeros, información sobre medicamentos y terapias de reemplazo de nicotina. Las llamadas son libres de costo y totalmente confidenciales.
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