Las actrices, Johanna Rosaly, Marilyn Pupo y Gilda Haddock, quienes compartieron escena con el actor venezolano Luis Abreu en la década de finales de los 70 a los 80, lo recuerdan por su excelencia tanto en la interpretación, como compañero de labores. Un profesional valiente y respetuoso de la carrera que ejecutó hasta su muerte. Hoy el primer actor partió de repente tras sufrir un paro cardiaco a los 67 años en Venezuela.
La actriz Johanna Rosaly trabajó con Luis Abreu en la primera novela que protagonizó en la Isla, “La otra mujer” en la que conoció a Giselle Blondet quien ocho años más tarde se convertiría en su mujer.
“A Luis lo trajo Radio Caracas Televisión para hacer el villano en ‘La otra mujer’ en la que yo hacía de la dueña de una boutique, él era el chofer, y tenemos un accidente que dejaba en silla de ruedas. El galán era Carlos Augusto Cestero pero por dificultades que él tuvo con la producción decidieron matar a su personaje y convirtieron por obra y magia del escritor Manolo Muñoz Rico a Luis Abreu en el protagonista, fue en 1978, precisamente la última Novela de Braulio Castillo… Me llena de pena su muerte, me causa mucha angustia. Lo recuerdo con mucho cariño”, expresó la primera actriz.
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Con Johanna Abreu además trabajó en la obra, “Los japoneses nunca esperan” en la que logro una gran proeza cuando se rompió una pierna en una escena y a la semana siguiente hizo el personaje con muletas y las incorporó a la gestualidad del personaje, contó Rosaly. “Fue un hombre muy valiente y muy profesional. Siempre le tuve mucho cariño y a su primera esposa. Sé que tenía una condición de vitiligo y era diabético”.
La última vez que la actriz Marilyn Pupo se comunicó directamente con Abreu fue hace un mes, pero siempre se intercambiaban mensajes por las redes sociales.
“Estoy muy triste, tenía bastante comunicación con él la última vez cuando estrenamos ‘Las verdaderas Housewives’. Me comentó con mucho sentido del humor que él estaba en una obra musical ‘con mi inexistente oído musical’ y que creía se iba a extender hasta marzo. Me dijo que quería que yo participara en una obra que había escrito. El tenía tres hijos, uno de ellos nació en Puerto Rico, conocí a su primera esposa María Teresa Parra y a la de ahora que se llama Ingrid no la llegué a conocer en persona. Envió mis condolencias y pésame a la familia, nuestra amistad era bastante estrecha porque él fue la contrafigura en ‘Anacaona’ y ‘El ídolo’, dos de las novelas más importantes en mi carrera. Lo quise mucho y estoy muy triste. Que descanse en paz y nos veremos en la otra vida, que es el consuelo para los que los creemos en otra vida”.
Mientras que para la actriz Gilda Haddock, Abreu fue parte de la época dorada de las telenovelas que unieron a muchos países de Latinoamérica en Puerto Rico, trabajo que dio la vuelta al mundo.
“Su aportación en talento y presencia fueron pilares de una era sumamente productiva en la televisión puertorriqueña. Venezuela y Puerto Rico unidos por tan lamentable pérdida”.
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