Katmandú- Nepal vive hoy una nueva huelga general de tres días convocada por la oposición en rechazo a la decisión de los partidos mayoritarios de votar en el Parlamento y por mayoría la Constitución, un texto que, defienden los opositores, debe ser consensuado entre todas las fuerzas.
La huelga ha dejado ya incidentes con vehículos destrozados a pedradas y algunos, entre ellos un autobús, incendiados solo en el área de Katmandú, confirmó a Efe el portavoz de la Subinspección General de Policía del país, Singh Bam.
Bam señaló que hasta el momento 17 personas han sido detenidas por participar en piquetes huelguistas que han generado daños materiales e informó de que las fuerzas antidisturbios han dispersado a manifestantes en algunos puntos de la capital.
Entre los detenidos figuran una docena de dirigentes del maoísta Partido Comunista Unificado de Nepal (UCPN), indicaron a Efe fuentes policiales.
El UCPN lleva la voz cantante en la alianza de 30 partidos, muchos de ellos regionales, que se oponen a la aprobación de la Constitución por parte del Congreso Nepalí (NC) y el Partido Comunista de Nepal (UML, Unificado Marxista-Leninista), que juntos tienen una amplia mayoría de dos tercios en el Parlamento.
Esa pugna evitó el pasado 22 de enero que los partidos cumplieran con el segundo plazo que se habían dado para aprobar una Constitución que el país busca desde que llegó la democracia en 2008 poniendo punto final a la monarquía y a un conflicto armado interno que causó alrededor de 15,000 muertos.
La huelga de hoy fue convocada después de que ayer el presidente de la Asamblea Constituyente, Subas Chandra Nembang, anunciara en la primera reunión del órgano tras un receso de 52 días la convocatoria de una nueva sesión para el día 13 que significará el inicio de un proceso de votación de la Carta Magna.
Desde finales de enero, los partidos han estado negociando diversas soluciones de consenso, aunque la forma administrativa federal del Estado sigue siendo un elemento de controversia sin solución.
Ese punto de discusión gira en torno a la división territorial y las delimitaciones, competencias, nombres y número de demarcaciones federales que debe tener.
La oposición sostiene que esa división se debería determinar sobre la base de criterios étnicos, algo contra lo que están los partidos gobernantes.
También hay desacuerdo sobre la forma del Estado (presidencial o parlamentario), en si se debe conformar un tribunal constitucional y en si la representación parlamentaria debe tener un sustento más representativo o ser designados por votación directa.
La oposición considera que un Estado federal basado en la identidad regional permitiría dar respuesta a las diferencias que han marginado históricamente a algunas zonas pobres del país.
La primera Asamblea Constituyente, elegida en 2008, fue disuelta en 2012 tras fracasar en su intento y se convocaron elecciones en noviembre de 2013 para componer una nueva, que se dio un año de plazo para consensuar la Carta Magna.
El mandato de la Asamblea, que también sirve como parlamento del país, finaliza en 2018.
Las discusiones en esta segunda Constituyente vivieron su episodio más violento de los últimos días el lunes, cuando los legisladores destrozaron sillas y micrófonos, un incidente tras el cual el UML se negó a sentarse a la mesa con la oposición hasta que no se disculpara.
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