Nueva York - Con decenas de miles de banderas de Puerto Rico flotando por la Quinta Avenida, dio inicio cerca del mediodía la 58 edición del Desfile Puertorriqueño de Nueva York, que representa un nuevo llamamiento al gobierno del presidente Barack Obama y al Congreso a mejorar el acceso de la Isla a los programas federales de salud.
Unas 20,000 personas desfilan frente a cientos de miles de boricuas que suelen acudir al evento para celebrar su herencia cultural y renovar su agenda en asuntos de política pública.
Con la consigna "Un solo pueblo muchas voces", la diáspora boricua hace su más fuerte reclamo al gobierno federal para que atienda la inequidad que las autoridades puertorriqueñas consideran que existe en el acceso a fondos para Medicare Advantage, planes que en Puerto Rico - a menos que rinda fruto un grupo de trabajo recién creado-, sufrirán un recorte de 11% en sus reembolsos.
Aunque el recorte se hace a los beneficios de las aseguradoras, los argumentos de la Coalición para Atender la Crisis de Salud es que eso significará menos servicios y la fuga de cientos de miles de pacientes que ahora están en Medicare Advantage pero que se irán a reclamar el plan de salud del gobierno de Puerto Rico, que va camino a su propio precipicio fiscal.
Junto a los reclamos por un acceso equitativo de Puerto Rico a programas federales de salud, el Desfile se solidariza otra vez con la petición de clemencia solicitada hace cuatro años por el prisionero político Oscar López y dedica su evento a los esfuerzos a favor del dragado y rehabilitación de la zona del Caño Martín Peña.
El gobernador Alejandro Garcia Padilla, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el presidente del Senado de Puerto Rico, Eduardo Bhatia, los congresistas boricuas José Serrano y Nydia Velázquez, la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito, el portavoz de la Coalición para Atender la Crisis Fiscal de Salud, Dennis Rivera, y la presidenta del Desfile, Lorraine Cortes Vazquez, entre otros encabezan la manifestación.
La decisión, al parecer a regañadientes, de la secretaria de Salud de Estados Unidos, Sylvia Mathews Burwell, de crear un grupo de trabajo conjunto entre su departamento y representantes de la Isla, para examinar el acceso que tiene Puerto Rico a programas federales de salud, no ha suavizado la denuncia de la diáspora en el sentido de que mientras en la Isla los planes Medicare Advantage se enfrentan a un recorte de 11%, en Estados Unidos los reembolsos mejoran un 3% en promedio.
"No podemos bajar la guardia", afirmó el portavoz de la Coalición para Atender la Crisis Fiscal, Dennis Rivera, quien coordina el cabildeo político y publicitario en contra de los recortes a los planes Medicare Advantage y en reclamo de que se reautoricen, con mejoras, las asignaciones adicionales en Medicaid obtenidas por medio de la reforma federal de salud (Obamacare) que se agotan a un ritmo apresurado y se teme deje sea la base de un precipicio fiscal de hasta $1,800 millones en cualquier momento a partir del verano de 2017.
El tradicional Desfile Puertorriqueño recorrería 33 bloques de la Quinta Avenida de Manhattan, desde la calle 44 hasta la 77. Se trata de la manifestación cultural – y política – más grande de la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos.
La edición 58 del Desfile, que recién pasó por un terremoto interno por actos de corrupción que provocaron un cambio de liderato, se le dedica al municipio de Añasco, y tiene como grandes mariscales a la actriz Rita Moreno y al cantante Andrés Jiménez "El Jíbaro". El cantante de salsa Victor Manuelle es el 'rey' del evento.
Oficialmente, el Desfile se le dedica al proyecto ENLACE, que ha coordinado el trabajo comunitario a favor de descontaminar y dragar el caño Martín Peña.
"Han preparado una carroza para la delegación del Caño, en la que estarán líderes comunitarios", dijo Lyvia Rodríguez, directora del proyecto ENLACE.
Durante la transmisión por televisión del evento, en Nueva York, además, se presentaría un vídeo de tres minutos de duración sobre la iniciativa para dragar y descontaminar una zona que está en el mismo corazón de la capital puertorriqueña.
Tanto el gobierno de Puerto Rico como ENLACE están a la espera de que el Cuerpo de Ingenieros coloque finalmente a revisión del público el estudio de viabilidad del proyecto – lo que puede ocurrir a finales de mes o principios de julio-, con la esperanza de comenzar reclama después las asignaciones que ayuden a encaminar el dragado.
Como en 2014, la demanda de que se libere de inmediato al prisionero político López Rivera, quien cumplió el pasado día 29 de mayo 34 años en cárceles estadounidense, ocupa un espacio significativo en el desfile.
La semana pasada, el Concejo Municipal de Nueva York aprobó (41-8, con dos abstenciones) una resolución en la que se le solicita al presidente Barack Obama que apruebe la petición de clemencia que le hiciera hace cuatro años López Rivera, convicto por sedición debido a sus vínculos con el grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
"El Desfile Puertorriqueño en Nueva York tiene un nuevo significado tras el trabajo de reorganización que empezamos el año pasado cuando Lorraine Cortés Vázquez tomó las riendas. Ahora utiliza la plataforma de ser la parada más grande en la ciudad más importante del mundo para hacer un llamado a la acción de la diáspora en temas importantes para Puerto Rico", como la crisis fiscal, indicó Mark Viverito, la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York y quien presentó la resolución sobre López Rivera.
"Somos puertorriqueños aquí y allá – indicó Mark Viverito-, y lo que afecta a Puerto Rico, nos afecta a todos".
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