A Christian Meier le hemos visto transformarse en personajes versátiles de telenovelas, series o películas de cine. Desde galanes que rompen corazones hasta hombres de época como El Zorro.
Con el profesionalismo que le caracteriza, el actor peruano se somete a las transformaciones a través del vestuario o maquillaje que requiera el papel.
Pero cuando se trata de su vida diaria, el también intérprete es muy enfático en que él es quien tiene la última palabra al definir su estilo.
Aunque no se considera un seguidor de la moda, Meier asegura que prefiere ir de tiendas y comprar su ropa, sin la intervención de ningún comprador personal, como hacen muchos otros famosos.
“Cuando puedo ir con tranquilidad, lo disfruto bastante”, dice el intérprete de Santos Luzardo en la telenovela “Doña Bárbara”.
Cuando va de compras lo primero que toma en cuenta es que la ropa que selecciona lo haga sentir cómodo, pues aunque suene clichoso considera que esa es la base para lucir bien.
Sus piezas favoritas son los mahones, las camisetas y las botas. En su clóset nunca faltan esas prendas de vestir básicas que puede combinar con facilidad.
“En la medida de lo posible, trato de no usar corbatas, por más que me gusten. Tengo muchas, compro muchas y me parecen muy bonitas, pero no me las pongo nunca porque trato de darme licencia de no ponerme las corbatas porque creo que la corbata ya es el límite de la formalidad y siempre trato de estar una línea más debajo de lo formal”, asegura.
Durante una corta visita que hizo a Puerto Rico, Meier separó algunas horas para realizar la sesión de fotos que acompañan este reportaje.
De múltiples combinaciones que trabajó la stylist Claudia Madrid el también empresario seleccionó cada una de las piezas y fue muy activo al trabajar con el fotoperiodista Angel M. Rivera para las poses y fotos.
Buenos cuidados
A sus 44 años, Meier señala que cuida su cuerpo y su piel, pero no vive obsesionado con el envejecimiento. De hecho, menciona que no le tiene miedo a las arrugas y, aunque respeta a quienes opten por operaciones estéticas para lucir más jóvenes, esa no es una opción para él.
“Creo que es opción de todo el mundo, pero también creo que mientras más fieles seamos a cómo nos vemos, podremos envejecer mejor. Nada más bonito que envejecer con dignidad y cuando tengamos 80 años poder vernos como Clint Eastwood o Paul Newman”, opina el protagonista de la telenovela “La Tormenta”.
Meier, quien es hijo de Gladys Rosa Zender la primera Miss Universo peruana, añade que para mantener su físico y una buena salud, trata de hacer diariamente ejercicios cardiovasculares y de resistencia muscular. Esto le permite mantener un buen peso. En cuanto a la alimentación, asegura que come de todo pero conoce ese “límite entre quedar satisfecho y llenarse la panza”. Su única debilidad es el chocolate, por lo que evita tenerlo cerca.
El actor ha visitado Puerto Rico desde que tiene once años de edad y conoce nuestras regiones y gastronomía. En esta ocasión, Meier llegó con motivo del lanzamiento del nuevo empaque de la fragancia Pulso la cual creó junto a la casa de belleza Ésika,
Su vínculo con la casa se remonta al 2008, cuando se le presentó la oportunidad de crear una fragancia. Según recuerda no dudó en aceptarla. El resultado de esa unión fue la fragancia Pulso, que se lanzó en 2009 y sigue siendo una de las más vendidas del catálogo de la compañía. Luego crearon Bravío, que también ha tenido una gran acogida.
“Uso ambas, pero generalmente utilizo Pulso”, confiesa el actor.
“Siempre he pensado que la fragancia tiene que ser algo que de alguna manera nos haga sentir seguros. No concibo salir de mi casa sin la fragancia, para mí es tan esencial como lavarme los dientes y ponerme desodorante. Me siento mucho más seguro y satisfecho conmigo cuando sé que estoy usando una fragancia, porque creo que es importante que de alguna manera dejemos un buen recuerdo en el ambiente y en las personas”, menciona el actor peruano.
Un papá presente
La vida de Meier transcurre entre Miami y Lima. A la Ciudad del Sol lo atan los compromisos profesionales, mientras que en Perú mantiene el lazo familiar.
Confiesa que en Miami además de trabajar se permite tener vida social, pero cuando aterriza en su tierra natal, la vida se transforma y busca dedicarle cada minuto que puede a sus hijas Tiara, de 14 años, y Gía, de 12, fruto de su pasado matrimonio con la actriz Marisol Aguirre.
“En Perú mi vida es muy sedentaria. Estoy todo el día en mi casa, con la familia, con mis hijos y me dedico a hacer una vida como en función a mis hijas, llevarlas a sus clases, buscarlas. Estoy a disposición a las labores familiares”, menciona Meier, quien supone que se volverá un papá celoso cuando llegue el momento en que sus hijas comiencen a tener novios y a enamorarse.
Por otro lado, con su hijo mayor, Stefano, la relación se ha transformado con el paso de los años. El joven de 19 años se mudó a Los Ángeles para comenzar a prepararse para ser actor como sus progenitores y los encuentros entre ambos ya no son tan frecuentes.
“Somos muy amigos. He aprendido a ser desprendido, a asumir que mi hijo es mayor de edad, que creció y que tiene una vida independiente. Entonces trato de respetar mucho su espacio, trato de respetar su tiempo. Ya no es como antes que podías llamarlo 24 horas al día para preguntarle como está. Ahora aplica eso de ‘no news is good news’ y espero a que sea él quien se comunique”, comenta.
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