Ankara - El expresidente de Turquía Süleiman Demirel, fallecido el miércoles a los 91 años, fue despedido hoy con honores de Estado en la capital, Ankara, y trasladado en avión a su pueblo natal, donde será enterrado mañana.
Los restos mortales de Demirel, apodado "padre", noveno presidente de Turquía y siete veces primer ministro entre los años setenta y los noventa, fueron trasladados primero del hospital a su domicilio, y, luego, de allí al Parlamento.
Numerosos políticos turcos, tanto en activo como retirados, desfilaron ante el féretro de quien fue uno de los hombres más influyentes de Turquía en el último medio siglo.
Un pelotón de soldados trasladó con honores militares el ataúd del político que dos veces en su vida, en 1971 y 1980, había sido depuesto por un golpe militar.
Un carro de artillería trasladó el féretro a la mezquita de Kocatepe, donde miles de personas se agolparon para tocar el ataúd de quien fue un líder admirado de grandes sectores de centroderecha, aunque entre la izquierda despertaba muy pocas simpatías.
Tras la oración en la mezquita, la comitiva fúnebre se trasladó al aeropuerto, desde el que partió un avión de transporte con sus restos mortales, escoltado por dos cazas F-16, a la provincia occidental de Isparta, de donde era oriundo Demirel.
El entierro tendrá lugar mañana en Islamköy, el pueblo de poco más de mil habitantes, donde nació Demirel en 1924 y donde pasó los primeros años de su vida en el seno de una familia campesina.
En una colina de Islamköy se ha empezado a construir un mausoleo de 58,000 metros cuadrados destinado al político, y se espera que miles de personas asistan mañana al entierro.
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