La Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo (TSA) aplazó para el próximo 31 de agosto el conocimiento de un recurso de amparo interpuesto por residentes en el sector La Esperilla, de esta capital, en demanda de se prohíban los espectáculos artísticos que viene realizando el Ayuntamiento del Distrito Nacional, en el anfiteatro Nurín Sanlley, ubicado en el Parque Iberoamérica, por provocar contaminación sónica.
El tribunal, presidido por la magistrada Vanesa Acosta, tomó la decisión de reenviar la audiencia para ese día a las 9 de la mañana, a los fines de que cuatro intervinientes voluntarios que se sumaron, en contra del recurso, tomen conocimiento del mismo. Estos intervinientes fueron Amaury Sánchez, Star Show, Sugar Events, Sky Gate y Multimedio Group.
La demanda fue interpuesta por la comunicadora Yolanda Martínez y Leivny Abreu, secretaria de la Junta de Vecinos de La Esperilla, a través de los abogados Laura Acosta y Nassef Perdomo, en contra del alcalde del Distrito Nacional y del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), alegando que la estridencia de los espectáculos les ha robado la tranquilidad con música a 100 decibelios en una zona residencial, cuando la ley solo permite 40 decibelios.
Con el recurso de amparo se busca que ese tribunal ordene la suspensión definitiva de todos los espectáculos en el anfiteatro, hasta tanto las autoridades del cabildo procedan a bajar a los decibeles al nivel que plantea la ley y de igual modo a insonorizar el anfiteatro, de forma que no moleste a los vecinos.
Se quejaron de que, luego de aprobar una normativa para regular la contaminación sónica en el Distrito Nacional, el alcalde Roberto Salcedo se niega a cumplir con su propia ley, colocándose de espaldas a la Constitución que establece con claridad que la ley es igual para todos, como es el caso de la Ley de Medio Ambiente, que regula todo lo referente a la contaminación sónica.
Martínez y Abreu expresaron que no obstante a las quejas y reclamos de los residentes en las 38 torres que conforman ese sector, sumadas a las querellas de pacientes y médicos de dos hospitales instalados en la zona, el ayuntamiento permitió el pasado viernes el concierto al artista salsero Gilberto Santa Rosa que terminó pasada la medianoche del sábado y donde se subió el volumen más allá de los 100 decibeles.
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