LA HABANA, Cuba - El papa Francisco arribó oficialmente a suelo cubano hoy con la misión de fortalecer los vínculos políticos y religiosos con esta nación caribeña, y para afianzar el proceso de normalización de relaciones que él inició entre Cuba y Estados Unidos, países a los que llamó a ser “ejemplo de reconciliación para el mundo”.
Francisco I. es el tercer papa que visita Cuba, pero el primero latinoamericano, y su visita ha generado altos niveles de interés entre el pueblo cubano, que lo ve como la figura que ha logrado encaminar la paz con Estados Unidos, por lo que miles de personas se han tirado a las calles a recibirlo.
“Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento. Es un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del ‘sistema del acrecentamiento universal… por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos’”, expresó a su llegada al citar al célebre pensador cubano José Martí.
“Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz y el bienestar de sus pueblos, de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero”, agregó.
El sumo pontífice llegó al Aeropuerto Internacional José Martí en el vuelo AZ4000 de la aerolínea Alitalia, con un séquito de unas 30 personas, según el sitio especial preparado por el Ministerio del Exterior cubano (MinRex) para el evento www.papafranciscoencuba.cubaminrex.cu.
Allí lo recibió el presidente de Cuba, Raúl Castro, quien se ha declarado públicamente como su admirador. Además, estuvo presente la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
Al pisar suelo cubano, el pontífice ha dado inicio a una larga gira que lo va a llevar por las ciudades cubanas de La Habana, Holguín y Santiago, así como las estadounidenses de Washington D.C., Nueva York y Filadelfia. Uno de los mayores objetivos de la gira es afianzar su mensaje pastoral de que la misericordia y el amor son las mejores herramientas para unir al mundo.
Este año se celebra el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la Santa Sede. Igualmente, este viaje coincide con el primer centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como patrona de Cuba, hecho por Benedicto XV en 1915.
“Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad”, sostuvo Francisco I.“Ella (la Virgen del Cobre) ha acompañado la historia del pueblo cubano, sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en las situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo aquello que dignifica el ser humano”, sostuvo.
En su mensaje de llegada, el papa tuvo un trato deferencial para el líder histórico de Cuba, el expresidente Fidel Castro.
“Quisiera pedirle a usted, señor presidente (Raúl Castro), que transmita mis sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel. A su vez, quisiera que mi saludo llegase especialmente a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y todos los cubanos dispersos por el mundo”, expresó.
El sitio oficial Cubadebate publicó que viajan con el papa “el cardenal y secretario de Estado, Pietro Parolin, y el ‘ministro’ del Exterior vaticano, monseñor John Gallagher, quien usualmente no va en estas comitivas”.
El mismo medio, que viajó en el avión papal, expresó que de acuerdo con el Vaticano Gallagher hizo la travesía “debido a la importancia de la política exterior” de esta gira.
Luego de ser recibido por Castro, el papa Francisco se embarcó en un recorrido en su “papamóvil” por la importante avenida Bolleros, la cual conecta el aeropuerto con el centro de la capital, para luego tomar varias calles de La Habana hasta llegar a la Nunciatura en Cuba, localizada en el sector de Miramar.
No tendrá más presencia pública hoy, hasta que mañana, domingo, celebre la misa en la Plaza de la Revolución a las 9:00 a.m. y luego cumpla una extensa agenda.
La Televisión Cubana ha preparado un despliegue enorme para cubrir el evento, el cual se transmitió a todo el país en vivo.
Más de 1,200 periodistas de todo el mundo se han acreditado para cubrir el evento, por lo que se han tomado medidas de control extraordinarias para los eventos públicos del Sumo Pontífice.
El pontífice visita Cuba cuando el país está en plena transformación de su modelo político y social, además de viviendo un histórico acercamiento en sus relaciones con Estados Unidos, esto gracias a la intervención del Vaticano.
Francisco I llega emocionado a una gira por Cuba y Estados Unidos que cobra un significado muy particular, pues ocurre a pocos meses de que se diera a conocer que su figura fue determinante en lograr que estos dos países se sentaran en la mesa.
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