Muertes tras terremoto en Chile - Lo que se mueve en Santo Domingo

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jueves, 17 de septiembre de 2015

Muertes tras terremoto en Chile



Bachelet destacó la construcción antisísmica de las edificaciones chilenas y la celeridad con que la población evacuó el borde costero y recordó que este fue el segundo terremoto más fuerte en lo que va del año después del de Nepal en mayo, que con una magnitud de 7,9 mató a más de 7.500 personas.

En Coquimbo, 460 kilómetros al norte de Santiago, los residentes caminaban en el lodo, entre techos de zinc arrancados, metales retorcidos y escombros. Las olas del tsunami, de hasta 4,5 metros, penetraron hasta 70 metros al interior del puerto.

"Fue como una bomba atómica", comentó a The Associated Press Enrique Peñailillo, buzo y pescador. Decenas de negocios y viviendas costeras fueron arrasados. Los habitantes buscaban sus muebles, colchones embarrados y juguetes por varias cuadras aledañas al puerto.

Manuel Esquivel, un electricista de 50 años, opinó que "Chile está preparado" para resistir terremotos devastadores como el del miércoles por la noche. "Si las edificaciones hubiesen sido de menor calidad, la destrucción hubiera sido mucho mayor", agregó.Decenas de personas esperaron a Bachelet para plantearles sus demandas. La mandataria abrazó a varios damnificados y les anticipó que se preocupará por la seguridad. "Vamos a traer más fuerzas militares y policías", dijo.En el puerto se perdieron un centenar de locales de pescadores y comida.


El puerto de Coquimbo, Illapel -280 kilómetros al norte de Santiago- y Tongoy, 430 kilómetros al norte, fueron las zonas más afectadas. El gobierno las declaró zonas de catástrofe para facilitar el envío de fondos.

En su visita a Tongoy Bachelet dijo a los afectados que "sabemos lo tremendo que les ha tocado vivir" y se comprometió a apoyarlos con subsidios económicos.

Bachelet, que culminó su primer mandato (2006-2010) dos semanas después de un terremoto de magnitud 8,8 y un maremoto, en este nuevo período ya enfrentó dos terremotos, dos erupciones volcánicas, aluviones e históricas marejadas.

El alcalde de Illapel, Denis Cortés, dijo a AP que "la locomoción paró debido a los derrumbes, tenemos muchos cables cortados, muros caídos, el cementerio en partes destruido y muchas tumbas abiertas". Cortés estimó que unos 10.000 de sus 35.000 habitantes resultaron afectados.

El sismo se produjo en el Pacífico a las 19.54 (2254 GMT), con epicentro 280 kilómetros al norte-noroeste de Santiago y a 55 kilómetros al oeste de Illapel, según sismólogos estadounidenses.

El ministro del Interior indicó que la cifra de víctimas fue baja en relación con otros fenómenos de esta magnitud.

Periodistas de AP que viajaron a Illapel y Coquimbo vieron viviendas desmoronadas, con los techos hundidos y boquetes en las paredes, barcos sobre el muelle y muchos botes destruidos.

Manuel Moya, de 38 años, y su esposa durmieron en la calle frente a su casa dañada.

"Yo pensé que era el fin del mundo y que íbamos a morir todos. Esto no pasaba", dijo a AP.

"Fue daño total, pero gracias a Dios estamos vivos", agregó recordando que la sacudida rompió un muro a través del que podían ver partes de la ciudad.

En el balneario de Concón, 130 kilómetros al noroeste de Santiago, las primeras olas del tsunami también ingresaron hacia la ciudad, informó su alcalde Oscar Sumonte. Y en Tongoy las olas avanzaron unos 500 metros sobre la caleta.

El sismólogo Sergio Barrientos precisó que el movimiento de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana provocó una ruptura de unos 200 kilómetros, lo que hace presumir que habrá muchas más réplicas.

El terremoto se sintió en Argentina y Perú y ocasionó una alerta de tsunami que alcanzó a Estados Unidos.

El desalojo de la población fue el mayor en el borde costero decretado desde el terremoto del 1 de abril de 2014 que ciudades del norte. Chile tiene más de 4.000 kilómetros de costa.

En Santiago no se ha informado de daños y todos los servicios funcionan con normalidad.

Este es lo que algunos expertos llaman "terremoto mentiroso" ya que la oscuridad no permite ver los daños sino hasta que amanezca. El último terremoto de gran magnitud en el país se registró en el centro-sur en 2010 y dejó medio millar de muertos.

Chile es una de las naciones más sísmicas del mundo por ubicarse en el llamado cinturón del Pacífico y la mayoría de sus edificaciones están diseñadas para soportar fuertes movimientos telúricos. Su población sabe cómo reaccionar ante ellos, por lo que quienes viven en el borde costero evacuan de inmediato hacia zonas altas.

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